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Propiedades de la Naranja
El ácido cítrico constituye un magnífico fármaco natural.
Cura de naranjas
Cuando se goza de buena salud, la cura de naranjas evita que se produzcan todas esas disfunciones. Al realizar una limpieza y estimulación de los órganos proporcionan vitalidad y buena forma, y también eliminan las molestias derivadas de la sobrecarga de elementos nocivos: mareos, sequedad de boca, jaquecas, mal color de la cara, suciedad de la sangre,…
Antes de poner en práctica una cura de naranjas, se debe tener en cuenta la actividad que se va a desarrollar puesto que el descanso la hará más beneficiosa. Tres días de dieta a base de naranja, efectuada en un lugar tranquilo y acompañada de paseos relajantes, aire puro y respiraciones profundas darán muy buenos resultados y más de una jaqueca como consecuencia de la movilización de residuos que ya han comenzado a expulsarse. Por ello, un largo fin de semana es una buena ocasión para esta limpieza del organismo.
Poner en orden el organismo
Sin embargo, cuando resulta difícil hacer acopio de voluntad para este régimen de tres días se puede disponer con cierta frecuencia de un día más tranquilo a la semana para poner en orden el organismo.
La temporada de la naranjas es muy dilatada. Desde que aparece en octubre la más temprana hasta que en julio termina la más tardía, se turnan diecisiete variedades de naranjas y mandarinas que proporcionan excelentes oportunidades de suministrar al cuerpo la cantidad suficiente de vitamina C, necesaria para afrontar las gripes, catarros y efectos de la contaminación de invierno.
Naranja para Todo
A la naranja se la considera la fruta reina de los meses fríos. Las de zumo suelen ser más ácidas que las naranjas de mesa. Junto a mandarinas, limones y pomelos es una de las producciones más significativas de la agricultura española. Con ella se pueden elaborar numerosos platos: ensalada de endibias a la naranja; lenguado a la naranja; pato a la naranja; helado; sorbetes;…
Siempre que se ralle una cáscara de cítricos, no se debe incluir la parte blanca ya que amarga bastante. Si una naranja estuviese un poco seca, es aconsejable sumergirla en agua templada unos minutos. De esta forma se conseguirá extraer todo su zumo. La piel se desarrugará un poco pero, quizá, no esté en condiciones de ser rallada. Las salsas de naranja que acompañan carnes o pescados se pueden endulzar con azúcar moreno. Le dará un color más dorado.
Arma eficaz en Invierno
La mayoría de la gente comienza a concienciarse de lo saludable y necesario que es llevar una dieta equilibrada en donde la fruta esté muy presente. La dieta mediterránea incluye la fruta, y entre ella, los cítricos como piezas esenciales.
Una época del año en la que se recomienda de forma especial hacer uso de los cítricos -naranjas, limones, mandarinas, pomelos- es el invierno, coincidiendo con su tiempo de maduración y mayor excelencia en la calidad de sus vitaminas. Es precisamente la vitamina C, cuyas concentraciones se encuentran en gran medida en los cítricos, la que conviene tomar en cantidades generosas de cara al invierno, ya que ayuda a combatir los catarros tan típicos de estas fechas.
Está demostrado además, que la ingestión de alimentos que contengan vitamina C, fibra y minerales, como es el caso de los cítricos, tiene efectos beneficiosos para mantener el bienestar general de la persona. Hay quienes prefieren, y con razón, antes que las típicas pastillas solubles de vitamina C concentrada, tomar una cantidad elevada de cítricos en estas épocas, ya sea naranjas crudas o zumos, mandarinas o zumo de pomelo por las mañanas.
La cantidad justa
Esta es una forma sana y natural de combatir los incómodos catarros que en estas épocas otoñales y de invierno parecen no salir de las casas. Tampoco hace falta que la cantidad de cítricos que se ingieran al día sea tremenda, hay médicos que recomiendan un solo zumo diario, preferiblemente por las mañanas. Para los más arriesgados queda el tomarse un zumo de limón rebajado en agua, con o sin azúcar, contiene unas tremendas propiedades antioxidantes y depurativas.
Esta es una recomendación que hacen la mayoría de los médicos, para quienes es esencial tomar cada día un zumo de naranja recién exprimida, ya que así este conserva mejor todas sus vitaminas, en especial la vitamina C con un alto valor antioxidante. Otra de las propiedades de esta vitamina es que ayuda a que se reparen mejor las fisuras de los huesos.
Otras propiedades
Pero, además de estas propiedades anticatarrales, los cítricos están catalogados como beneficiosos para ayudar a combatir otras enfermedades. Cientos de estudios han llegado a la misma conclusión: los nutrientes que se encuentran en la fruta de este tipo, ya sea ingerida cruda o en zumos, juegan un papel muy importante en la reducción de riesgo de padecer cáncer y enfermedades del corazón.
Hacer algunos cambios en la dieta y en el estilo de vida habituales, puede ayudar a una persona a reducir los riesgos de padecer ciertos tipos de cáncer. Estudios recientes realizados por el Instituto Nacional de Cáncer (Estados Unidos) han demostrado la relación directa entre los nutrientes que se encuentran en los cítricos -entre ellos la vitamina C- y la reducción de algunos cánceres.
¿Y el peso?
Los cítricos son también esenciales en una dieta para equilibrar el peso. Son una fuente natural de potasio y sodio. Las investigaciones llevadas a cabo demuestran que realizar un ejercicio regular e ingerir una dieta con alto contenido de fruta y vegetales y pobre en grasas, contribuye muy positivamente a mantener un peso saludable.
En España contamos con una gran producción de cítricos, de hecho somos uno de los primeros productores mundiales. Al año se cultivan unos cinco millones de toneladas. Más de la mitad es de naranjas y una tercera parte de mandarinas. Se exportan entre un 50 y un 60% de lo producido y Europa es la principal zona en la que se distribuye.
Actualmente, existe una actividad investigadora sobre estos alimentos que lleva a cabo el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias. Se están estudiando varios aspectos como: la mejora del material vegetal (mejora genética y sanitaria, por ejemplo); técnicas de cultivo (nuevas plantaciones, riego, mejora de la calidad de la fruta); fisiología y nutrición (mejora de la productividad), etc.
Consejos
Los zumos de naranja son buenos entre horas. Mientras que en el desayuno, comida y cena se debe comer la pieza entera y masticarla lentamente. En cuanto a la cantidad, se comenzará por un kilogramo diario para ir aumentando progresivamente hasta satisfacer el hambre. Esto es importante, porque su eficacia depende de la cantidad ingerida y del alto grado de acidez de la naranja, aunque también las más dulces son buenas para realizar una cura.
Cuando se opta por una dieta depurativa de más de un día. Junto a las naranjas se puede consumir pan integral tostado, copos de trigo o avena cocidos con cebolla, ocho o diez ciruelas secas y previamente remojadas, o dátiles. Otra posible alternativa consiste en sustituir durante una temporada el desayuno o la cena por cinco o seis naranjas.
La primavera brinda la oportunidad de mezclar naranjas con fresas. Este plato- al que se le puede añadir miel-, que contará con una aportación de vitamina C muy alta y una capacidad diurética y oxidante muy reforzada por la acción de las fresas, ha de estar presente sobre todo en las mesas de las personas con anemia, albúmina, reumatismo o catarros crónicos.
Para aprovechar al máximo sus ventajas es necesario saber consumirla. Y, por lo tanto, saber combinarla. Los cítricos no deben acompañar a los platos de carnes, pescados o mariscos. Pero tampoco a las comidas en cuya preparación intervengan las grasas: fritos, quesos curados, frutos secos,… La manera óptima de ingerirlas consiste en acompañarlas de pan tostado, higos, dátiles, queso fresco, yemas de huevo, nata, plátano, piña, miel, fresas, arroz hervido sin aceite o, por supuesto, solas.
www.alimentacion-sana.com.ar
Una cura de naranjas de tres días puede conseguir milagros en los trastornos digestivos, jaquecas o procesos reumáticos. Su gran riqueza en vitaminas y en oligoelementos la convierten en la mejor aliada contra el estrés y la depresión.
La naranja incluye diferentes sustancias que contribuyen a mejorar el buen estado del organismo. Entre ellas destacan el calcio, fósforo, hierro, magnesio, potasa, sosa y las vitaminas. En concreto, el calcio facilita el desarrollo de los huesos en los niños. El fósforo es sumamente necesario en casos de estrés, personas nerviosas y en las intoxicaciones. El hierro ayuda a la hemoglobinización de la sangre.
El magnesio sobreexcita el peristaltismo intestinal, combatiendo el estreñimiento. La potasa actúa como depurativo y disuelve las grasas. La sosa, estimula el jugo pancreático, activa el proceso digestivo gastroduodenal, acciona la secreción clorhídrica y, junto con el ácido cítrico, disuelve el ácido úrico. Es muy beneficioso para las glándulas suprarrenales. La naranja posee también vitaminas A, B, G y, sobre todo, C.
Los cítricos y, en especial, las naranjas, constituyen la solución perfecta a la hora de combatir muchos estados patológicos pero también para mantener el buen tono vital cuando se goza de salud. El ácido cítrico, que es oxidante, depurativo, desinfectante y microbicida, estimula la eliminación de todas las sustancias que no se han metabolizado y que reposan en los distintos órganos. Además, su abundancia en sales minerales equilibra las dosis de nutrientes necesarios para el organismo
No sólo corrige las secreciones anómalas de ácido clorhídrico. También actúa como analgésico en los dolores de estómago –cuando se suministran las dosis adecuadas-, fortifica los músculos estomacales, desinfecta y disuelve los residuos acumulados y facilita las secreciones necesarias para realizar la digestión.
Los mismos efectos de limpieza y estimulación se producen en el hígado y páncreas, cuya contaminación por acumulación de grasas es la causa más frecuente de diversos trastornos, como dolores de cabeza y mareos. La vejiga- e incluso la próstata- se beneficia del consumo de este cítrico que, por sus propiedades diuréticas, facilita la eliminación de esas sustancias que se van depositando.
La cura de naranjas se ha aplicado también como terapia de los cálculos de riñón, por lo general con muy buenos resultados, de los que salen beneficiadas las glándulas suprarrenales. Pero sobre todo, la naranja ayuda a combatir el estreñimiento. Sus fibras de celulosa facilitan los movimientos peristálticos necesarios para que se produzca la expulsión de las materias de deshecho. La naranja, además de provocar la expulsión, limpia el tracto intestinal y destruye la flora microbiana patógena del colon con una eficacia superior a la de los laxantes químicos e incluso a la de los poderosos yogur y kefir. Cura de naranjas
Cuando se goza de buena salud, la cura de naranjas evita que se produzcan todas esas disfunciones. Al realizar una limpieza y estimulación de los órganos proporcionan vitalidad y buena forma, y también eliminan las molestias derivadas de la sobrecarga de elementos nocivos: mareos, sequedad de boca, jaquecas, mal color de la cara, suciedad de la sangre,…
Antes de poner en práctica una cura de naranjas, se debe tener en cuenta la actividad que se va a desarrollar puesto que el descanso la hará más beneficiosa. Tres días de dieta a base de naranja, efectuada en un lugar tranquilo y acompañada de paseos relajantes, aire puro y respiraciones profundas darán muy buenos resultados y más de una jaqueca como consecuencia de la movilización de residuos que ya han comenzado a expulsarse. Por ello, un largo fin de semana es una buena ocasión para esta limpieza del organismo.
Poner en orden el organismo
Sin embargo, cuando resulta difícil hacer acopio de voluntad para este régimen de tres días se puede disponer con cierta frecuencia de un día más tranquilo a la semana para poner en orden el organismo.
La temporada de la naranjas es muy dilatada. Desde que aparece en octubre la más temprana hasta que en julio termina la más tardía, se turnan diecisiete variedades de naranjas y mandarinas que proporcionan excelentes oportunidades de suministrar al cuerpo la cantidad suficiente de vitamina C, necesaria para afrontar las gripes, catarros y efectos de la contaminación de invierno.
Naranja para Todo
A la naranja se la considera la fruta reina de los meses fríos. Las de zumo suelen ser más ácidas que las naranjas de mesa. Junto a mandarinas, limones y pomelos es una de las producciones más significativas de la agricultura española. Con ella se pueden elaborar numerosos platos: ensalada de endibias a la naranja; lenguado a la naranja; pato a la naranja; helado; sorbetes;…
Siempre que se ralle una cáscara de cítricos, no se debe incluir la parte blanca ya que amarga bastante. Si una naranja estuviese un poco seca, es aconsejable sumergirla en agua templada unos minutos. De esta forma se conseguirá extraer todo su zumo. La piel se desarrugará un poco pero, quizá, no esté en condiciones de ser rallada. Las salsas de naranja que acompañan carnes o pescados se pueden endulzar con azúcar moreno. Le dará un color más dorado.
Arma eficaz en Invierno
La mayoría de la gente comienza a concienciarse de lo saludable y necesario que es llevar una dieta equilibrada en donde la fruta esté muy presente. La dieta mediterránea incluye la fruta, y entre ella, los cítricos como piezas esenciales.
Una época del año en la que se recomienda de forma especial hacer uso de los cítricos -naranjas, limones, mandarinas, pomelos- es el invierno, coincidiendo con su tiempo de maduración y mayor excelencia en la calidad de sus vitaminas. Es precisamente la vitamina C, cuyas concentraciones se encuentran en gran medida en los cítricos, la que conviene tomar en cantidades generosas de cara al invierno, ya que ayuda a combatir los catarros tan típicos de estas fechas.
Está demostrado además, que la ingestión de alimentos que contengan vitamina C, fibra y minerales, como es el caso de los cítricos, tiene efectos beneficiosos para mantener el bienestar general de la persona. Hay quienes prefieren, y con razón, antes que las típicas pastillas solubles de vitamina C concentrada, tomar una cantidad elevada de cítricos en estas épocas, ya sea naranjas crudas o zumos, mandarinas o zumo de pomelo por las mañanas.
La cantidad justa
Esta es una forma sana y natural de combatir los incómodos catarros que en estas épocas otoñales y de invierno parecen no salir de las casas. Tampoco hace falta que la cantidad de cítricos que se ingieran al día sea tremenda, hay médicos que recomiendan un solo zumo diario, preferiblemente por las mañanas. Para los más arriesgados queda el tomarse un zumo de limón rebajado en agua, con o sin azúcar, contiene unas tremendas propiedades antioxidantes y depurativas.
Esta es una recomendación que hacen la mayoría de los médicos, para quienes es esencial tomar cada día un zumo de naranja recién exprimida, ya que así este conserva mejor todas sus vitaminas, en especial la vitamina C con un alto valor antioxidante. Otra de las propiedades de esta vitamina es que ayuda a que se reparen mejor las fisuras de los huesos.
Otras propiedades
Pero, además de estas propiedades anticatarrales, los cítricos están catalogados como beneficiosos para ayudar a combatir otras enfermedades. Cientos de estudios han llegado a la misma conclusión: los nutrientes que se encuentran en la fruta de este tipo, ya sea ingerida cruda o en zumos, juegan un papel muy importante en la reducción de riesgo de padecer cáncer y enfermedades del corazón.
Hacer algunos cambios en la dieta y en el estilo de vida habituales, puede ayudar a una persona a reducir los riesgos de padecer ciertos tipos de cáncer. Estudios recientes realizados por el Instituto Nacional de Cáncer (Estados Unidos) han demostrado la relación directa entre los nutrientes que se encuentran en los cítricos -entre ellos la vitamina C- y la reducción de algunos cánceres.
¿Y el peso?
Los cítricos son también esenciales en una dieta para equilibrar el peso. Son una fuente natural de potasio y sodio. Las investigaciones llevadas a cabo demuestran que realizar un ejercicio regular e ingerir una dieta con alto contenido de fruta y vegetales y pobre en grasas, contribuye muy positivamente a mantener un peso saludable.
En España contamos con una gran producción de cítricos, de hecho somos uno de los primeros productores mundiales. Al año se cultivan unos cinco millones de toneladas. Más de la mitad es de naranjas y una tercera parte de mandarinas. Se exportan entre un 50 y un 60% de lo producido y Europa es la principal zona en la que se distribuye.
Actualmente, existe una actividad investigadora sobre estos alimentos que lleva a cabo el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias. Se están estudiando varios aspectos como: la mejora del material vegetal (mejora genética y sanitaria, por ejemplo); técnicas de cultivo (nuevas plantaciones, riego, mejora de la calidad de la fruta); fisiología y nutrición (mejora de la productividad), etc.
Consejos
Los zumos de naranja son buenos entre horas. Mientras que en el desayuno, comida y cena se debe comer la pieza entera y masticarla lentamente. En cuanto a la cantidad, se comenzará por un kilogramo diario para ir aumentando progresivamente hasta satisfacer el hambre. Esto es importante, porque su eficacia depende de la cantidad ingerida y del alto grado de acidez de la naranja, aunque también las más dulces son buenas para realizar una cura.
Cuando se opta por una dieta depurativa de más de un día. Junto a las naranjas se puede consumir pan integral tostado, copos de trigo o avena cocidos con cebolla, ocho o diez ciruelas secas y previamente remojadas, o dátiles. Otra posible alternativa consiste en sustituir durante una temporada el desayuno o la cena por cinco o seis naranjas.
La primavera brinda la oportunidad de mezclar naranjas con fresas. Este plato- al que se le puede añadir miel-, que contará con una aportación de vitamina C muy alta y una capacidad diurética y oxidante muy reforzada por la acción de las fresas, ha de estar presente sobre todo en las mesas de las personas con anemia, albúmina, reumatismo o catarros crónicos.
Para aprovechar al máximo sus ventajas es necesario saber consumirla. Y, por lo tanto, saber combinarla. Los cítricos no deben acompañar a los platos de carnes, pescados o mariscos. Pero tampoco a las comidas en cuya preparación intervengan las grasas: fritos, quesos curados, frutos secos,… La manera óptima de ingerirlas consiste en acompañarlas de pan tostado, higos, dátiles, queso fresco, yemas de huevo, nata, plátano, piña, miel, fresas, arroz hervido sin aceite o, por supuesto, solas.
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Dieta de la manzana
La dieta de la manzana es una pequeña cura de salud. Es una breve dieta de tan sólo cuatro días para la gente poco constante y que quieren ver un resultado pronto. Nos hará sentir mejor y más ligeros.
Recomendamos el paseo como único ejercicio físico y aprovechar para dormir las horas que nos pida el cuerpo.
En general es siempre recomendable pedir consejo al médico sobre nuestro caso y cualquier dieta que vayamos a hacer.
La manzana es una de las frutas más recomendables ya que es rica en fibra, en sales minerales, favorece la regulación del colesterol y la glucosa, etc.
Recomendamos comer la manzana con piel. Para ello intentaremos comprarlas ecológicas o con garantía de que se han cultivado sin productos químicos. Si tenemos duda las lavaremos previamente.
Para que la depuración sea más eficaz hemos de beber mucho líquido.
Pedid consejo en vuestro herbolario para que os aconsejen una infusión depurativa y otra digestiva que se adecue a vuestras necesidades y vuestro gusto. Que tengan buen sabor ya que en este caso lo ideal es tomarlas sin endulzar.
Primer día de la dieta de la manzana
DesayunoInfusión depurativa y las manzanas que queramos.
A media mañana
Un par de manzanas.
Almuerzo
Un vaso de zumo de manzana y las manzanas que nos apetezca. Tomaremos una infusión digestiva.
Merienda
Manzanas o un vaso o dos de zumo de manzana.
Cena
Manzanas e infusión digestiva.
Durante todo el día podemos ir también bebiendo agua fuera de las comidas.
Segundo día de la dieta de la manzana
DesayunoInfusión depurativa y las manzanas que queramos.
A media mañana
Un par de manzanas.
Almuerzo
Una ensalada variada al gusto (lechuga, tomate, espárragos, palmitos, apio, etc.) La aliñaremos sólo con un poco de aceite de oliva y unas gotas de limón o vinagre de manzana. Una infusión digestiva.
Merienda
Manzanas o un vaso o dos de zumo de manzana.
Cena
Manzanas, las que quieras.
Tercer día de la dieta de la manzana
DesayunoInfusión depurativa y las manzanas que queramos.
A media mañana
Un par de manzanas.
Almuerzo
Una ensalada verde variada a la que podemos añadir germinados de alfalfa o soja (soya) Pondremos también unos taquitos de queso fresco o de tofu (queso de soja) a la plancha. Una infusión digestiva.
Merienda
Manzanas o un vaso o dos de zumo de manzana.
Cena
Un plato de arroz integral con verduras al gusto. Una infusión digestiva.
Cuarto día de la dieta de la manzana
DesayunoInfusión depurativa y las manzanas que queramos.
A media mañana
Un par de vasos de zumo de manzana.
Almuerzo
Arroz integral con verduras y dos o tres cucharadas soperas de legumbres (garbanzos, lentejas, frijoles, etc.) De postre manzana y una infusión digestiva.
Merienda
Manzanas o un vaso o dos de zumo de manzana.
Cena
Un plato de verduras al vapor (mucho brócoli y un poco de otras verduras como judía tierna, cebolla, zanahoria, etc.) De postre un yogur o Kefir (podemos endulzar con un poco de miel, agave, azúcar moreno o Stevia) y una infusión digestiva.
Nuestro consejo
Podemos aprovechar esta depuración para tomar conciencia de nuestra dieta e intentar cambiar los malos hábitos alimentarios.Las personas con tendencia la hinchazón abdominal pueden tomar las manzanas al horno o en forma de compota ya que es más digestiva.
Después del cuarto día podemos volver a nuestra dieta habitual.
Si vemos que nos hace sentir bien podemos repetirla sobre todo en primavera y otoño.
En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.
Josep Vicent Arnau
Naturópata y Acupuntor
Los Zumos de Fruta
El cuerpo humano necesita de 8 a 10 vasos de agua cada día. Mucha gente toma gran parte de este líquido en forma de café, té, refrescos o alcohol, estimulantes que son antidietéticos por naturaleza. En cambio, los zumos naturales son saludables y revitalizantes.
Fácil asimilación
Una de las ventajas fundamentales de la ingesta de zumos es que cuando se toman se elimina un proceso digestivo: la extracción del líquido de las fibras. Al comer hortalizas y frutas frescas, el cuerpo extrae de la fibra en forma de líquido lo que necesita. La licuadora ahorra trabajo al organismo ya que separa el zumo de las fibras, de manera que el cuerpo recibe la máxima cantidad de sustancias nutritivas en pocos minutos.
Un aspecto clave es que el zumo que se extrae de la licuadora es diferente del envasado que se vende en los supermercados, ya sea concentrado o no. En primer lugar, es absolutamente fresco, lo cual es primordial dado que las sustancias nutritivas pierden muchas de sus propiedades al poco tiempo de haberlas licuado. Además, el zumo natural no está pasteurizado, esto es, cocinado, por lo que conserva vivas todas las células básicas para la salud. Por último, los zumos naturales son puros, sin aditivos ni conservantes.
¿Batidora=licuadora?
Con frecuencia, las personas tienen un concepto equivocado del papel que desempeña una licuadora. Se plantean: ¿Por qué no se pueden poner las frutas en una batidora o en un minirrobot de cocina? La respuesta es sencilla. La batidora y el minirrobot convierten los alimentos en un puré que no es más que la versión líquida de la fruta o la hortaliza entera. La licuadora, sin embargo, extrae los zumos de la fibra.
Un dato: una taza de zumo de zanahoria contiene el equivalente nutritivo de cuatro tazas de zanahoria cruda troceada. Los zumos que se toman inmediatamente después de prepararse contienen casi el 95% del valor nutritivo de la fruta o la hortaliza y proporcionan de inmediato el alimento al cuerpo liberándolo al torrente sanguíneo.
Zumos de hortalizas
Cuando una persona adquiere una licuadora lo primero que suele hacer es prepararse zumos de fruta. Ciertamente, no hay nada más sabroso que un zumo de manzana recién exprimido. Ahora bien, existen unas cuantas razones que aconsejan que los zumos se hagan sobre todo con las hortalizas y que las frutas, sin renunciar a tomarlas en zumos, se coman también enteras.
En primer lugar, las hortalizas son más difíciles de digerir cuando se ingieren enteras. Son más pesadas y se descomponen con mayor lentitud que las frutas. Por otro lado, las verduras son los pilares de la vida, las responsables de que los músculos, los tejidos, las glándulas y los órganos se mantengan fuertes y sanos. Al tomar zumos de hortalizas, el cuerpo recibe casi el 100% de los nutrientes que contienen. Por último, las frutas contienen mucha pectina, que ayuda a la digestión y regula el funcionamiento del organismo. La pectina se absorbe mejor cuando se come la fruta entera.
Belleza y salud
Los alimentos frescos, no cocinados, ayudan al cuerpo a eliminar toxinas y le permiten renovar fuerzas y energías; hacen que la piel se mantenga tersa, el cabello brillante, el aliento fresco y que todo el organismo esté bien regulado; los resfriados y las gripes disminuyen; los dientes son menos propensos a las caries y las encías a sangrar.
Pero eso no es todo. Algunas investigaciones han demostrado que el betacaroteno-una sustancia presente en algunas hortalizas- es esencial para la prevención de muchas enfermedades, ya que actúa como antioxidante y neutraliza las moléculas perjudiciales conocidas como radicales libres. De este modo, protege las características genéticas de cada célula, lo cual se traduce en una menor posibilidad de que se desarrollen tumores malignos. Algunas verduras con betacaroteno son la zanahoria, el brécol, el repollo, la coliflor, espinacas, coles, berro, rutagaba...
Papaya, piña y tamarindo son los ingredientes estrella de una dieta muy tropical que en un abrir y cerrar de ojos dará al traste con esos centímetros de sobra. Ideal para rebajar la antiestética despensa de grasa que se hace fuerte en determinadas zonas, forma parte de las llamadas dietas exprés, lo que supone que hay que practicarla con mesura y en cortos períodos de tiempo.
Las dietas de zumos se prodigan por doquier para echarle un pulso a la báscula en un corto periodo de tiempo. Además, suelen aportar como ventaja añadida un saludable efecto depurativo. Sin embargo, habrá que extremar las precauciones a la hora de elegir las frutas y la cantidad a ingerir porque un exceso de azúcar puede conllevar un aumento de peso.
La piña, la papaya y el tamarindo conforman un eficaz trío que ataca directamente al volumen adipocitario que toma asiento en las zonas conflictivas en forma de reserva grasa. Escasas en calorías y muy saciantes, no sólo propician una rápida pérdida de peso sino que sirven para eliminar toxinas y depurar el organismo.
Su capacidad para reducir centímetros de más radica en que la papaya y la piña ejercen como movilizadores del tejido graso, al tiempo que el tamarindo despliega su poder para quemar ese exceso de grasa a nivel celular.
Movilizadores del tejido graso
Las células adiposas son auténticos almacenes de grasa. En su insaciable capacidad de acopio pueden multiplicar hasta por diez su tamaño, lo que se traduce en un aumento de peso y de volumen. La batalla antigrasa se libra a nivel calórico con una reducción drástica de la ingesta de calorías, santo y seña de toda zumodieta que se precie.
En este sentido, la piña y la papaya contienen todo un arsenal de enzimas biocatalizadoras que actúan como movilizadores del tejido graso y del tejido conjuntivo. Ambas potencian el drenaje de sus zonas esclerosadas, donde las retracciones de la dermis dan paso a la característica piel de naranja y a las alteraciones del retorno venoso.
Efecto quema-grasa
El objetivo de esta zumodieta tan tropical es reducir el cúmulo de grasa. Tras la acción movilizadora de la piña y la papaya, el rico tamarindo incorpora en su composición ácidos que tienen poder para quemar el exceso de grasa. Todo ello gracias a su estelar intervención en el ciclo del ácido cítrico que tiene lugar en el interior de la célula.
Una dieta a base de zumos implica un ahorro energético. De esta forma, el organismo puede utilizar la energía en otras funciones más saludables, como reparar, desintoxicar, normalizar y revitalizar los tejidos. Además, durante su seguimiento disminuye el apetito de forma progresiva y el cuerpo busca la energía (glucosa) en los depósitos de triglicéridos almacenados en los adipocitos.
Bajar entre 2 y 5 kilos
Esta zumodieta de entre 3 y 7 días de duración posibilita una pérdida de entre 2 y 5 kilos, dependiendo del peso inicial. Supone la ingestión exclusiva de zumos de piña, papaya y tamarindo, aunque no deberán rebasarse los dos kilos diarios de fruta. Su espartano menú se acompaña con agua, así como con infusiones relajantes de naranjo amargo, manzanilla o melisa para antes de dormir.
Sus mejores destinatarios son aquellas personas que gozan de una salud de hierro, ya que puede generar estados carenciales. Por otro lado, se recomienda abstenerse de sus antigrasos favores a embarazadas, diabéticos insulinodependientes e individuos sometidos a un tratamiento médico continuado.
Cómo Mezclar los Zumos
La excepción al ‘todo vale’ son los zumos de verduras. Estos zumos ‘verdes’ se deben mezclar con los más suaves y gustosos, como el de zanahoria o manzana -de lo contrario es probable que se sufra algún malestar gástrico-. Salvo esta excepción, los zumos de frutas y hortalizas no se mezclan.
Consejos en torno a la Zumodieta
La zumodieta de piña, papaya y tamarindo aporta vitaminas, minerales, aminoácidos e hidratos de carbono. También fibra, grasa y proteínas en dosis ínfimas. Resulta muy eficaz para adelgazar, pero su problema es la falta de proteínas, por lo que se recomienda no prolongarla más allá de lo recomendado (entre 3 y 7 días).
Su drástica estrategia obliga al organismo a buscar la energía en los tejidos grasos, que además de acumular depósitos tóxicos son depositarios de una reserva hormonal. Por esa razón se recomienda mantener los tejidos en un buen estado de hidratación mediante la ingestión diaria de unos dos litros de agua, a ser posible mineral. La deshidratación puede acarrear cansancio y cefaleas. También se aconseja ingerir suplementos ricos en vitaminas B y C.
Fuente: www.alimentacion-sana.com.ar
En el libro "El poder de los zumos", su autor, Jay Kordich -a quien una dieta fundamentada en ellos lo ayudó a sanar de una grave enfermedad- Afirma que incluir los zumos en la alimentación “mejora el sistema cardiovascular, aumenta el rendimiento físico, baja la presión sanguínea, favorece el sueño por la noche e incrementa las energías”.
Una de las ventajas fundamentales de la ingesta de zumos es que cuando se toman se elimina un proceso digestivo: la extracción del líquido de las fibras. Al comer hortalizas y frutas frescas, el cuerpo extrae de la fibra en forma de líquido lo que necesita. La licuadora ahorra trabajo al organismo ya que separa el zumo de las fibras, de manera que el cuerpo recibe la máxima cantidad de sustancias nutritivas en pocos minutos.
Un aspecto clave es que el zumo que se extrae de la licuadora es diferente del envasado que se vende en los supermercados, ya sea concentrado o no. En primer lugar, es absolutamente fresco, lo cual es primordial dado que las sustancias nutritivas pierden muchas de sus propiedades al poco tiempo de haberlas licuado. Además, el zumo natural no está pasteurizado, esto es, cocinado, por lo que conserva vivas todas las células básicas para la salud. Por último, los zumos naturales son puros, sin aditivos ni conservantes.
¿Batidora=licuadora?
Con frecuencia, las personas tienen un concepto equivocado del papel que desempeña una licuadora. Se plantean: ¿Por qué no se pueden poner las frutas en una batidora o en un minirrobot de cocina? La respuesta es sencilla. La batidora y el minirrobot convierten los alimentos en un puré que no es más que la versión líquida de la fruta o la hortaliza entera. La licuadora, sin embargo, extrae los zumos de la fibra.
Un dato: una taza de zumo de zanahoria contiene el equivalente nutritivo de cuatro tazas de zanahoria cruda troceada. Los zumos que se toman inmediatamente después de prepararse contienen casi el 95% del valor nutritivo de la fruta o la hortaliza y proporcionan de inmediato el alimento al cuerpo liberándolo al torrente sanguíneo.
Zumos de hortalizas
Cuando una persona adquiere una licuadora lo primero que suele hacer es prepararse zumos de fruta. Ciertamente, no hay nada más sabroso que un zumo de manzana recién exprimido. Ahora bien, existen unas cuantas razones que aconsejan que los zumos se hagan sobre todo con las hortalizas y que las frutas, sin renunciar a tomarlas en zumos, se coman también enteras.
En primer lugar, las hortalizas son más difíciles de digerir cuando se ingieren enteras. Son más pesadas y se descomponen con mayor lentitud que las frutas. Por otro lado, las verduras son los pilares de la vida, las responsables de que los músculos, los tejidos, las glándulas y los órganos se mantengan fuertes y sanos. Al tomar zumos de hortalizas, el cuerpo recibe casi el 100% de los nutrientes que contienen. Por último, las frutas contienen mucha pectina, que ayuda a la digestión y regula el funcionamiento del organismo. La pectina se absorbe mejor cuando se come la fruta entera.
Belleza y salud
Los alimentos frescos, no cocinados, ayudan al cuerpo a eliminar toxinas y le permiten renovar fuerzas y energías; hacen que la piel se mantenga tersa, el cabello brillante, el aliento fresco y que todo el organismo esté bien regulado; los resfriados y las gripes disminuyen; los dientes son menos propensos a las caries y las encías a sangrar.
Pero eso no es todo. Algunas investigaciones han demostrado que el betacaroteno-una sustancia presente en algunas hortalizas- es esencial para la prevención de muchas enfermedades, ya que actúa como antioxidante y neutraliza las moléculas perjudiciales conocidas como radicales libres. De este modo, protege las características genéticas de cada célula, lo cual se traduce en una menor posibilidad de que se desarrollen tumores malignos. Algunas verduras con betacaroteno son la zanahoria, el brécol, el repollo, la coliflor, espinacas, coles, berro, rutagaba...
Papaya, piña y tamarindo son los ingredientes estrella de una dieta muy tropical que en un abrir y cerrar de ojos dará al traste con esos centímetros de sobra. Ideal para rebajar la antiestética despensa de grasa que se hace fuerte en determinadas zonas, forma parte de las llamadas dietas exprés, lo que supone que hay que practicarla con mesura y en cortos períodos de tiempo.
Las dietas de zumos se prodigan por doquier para echarle un pulso a la báscula en un corto periodo de tiempo. Además, suelen aportar como ventaja añadida un saludable efecto depurativo. Sin embargo, habrá que extremar las precauciones a la hora de elegir las frutas y la cantidad a ingerir porque un exceso de azúcar puede conllevar un aumento de peso.
La piña, la papaya y el tamarindo conforman un eficaz trío que ataca directamente al volumen adipocitario que toma asiento en las zonas conflictivas en forma de reserva grasa. Escasas en calorías y muy saciantes, no sólo propician una rápida pérdida de peso sino que sirven para eliminar toxinas y depurar el organismo.
Su capacidad para reducir centímetros de más radica en que la papaya y la piña ejercen como movilizadores del tejido graso, al tiempo que el tamarindo despliega su poder para quemar ese exceso de grasa a nivel celular.
Movilizadores del tejido graso
Las células adiposas son auténticos almacenes de grasa. En su insaciable capacidad de acopio pueden multiplicar hasta por diez su tamaño, lo que se traduce en un aumento de peso y de volumen. La batalla antigrasa se libra a nivel calórico con una reducción drástica de la ingesta de calorías, santo y seña de toda zumodieta que se precie.
En este sentido, la piña y la papaya contienen todo un arsenal de enzimas biocatalizadoras que actúan como movilizadores del tejido graso y del tejido conjuntivo. Ambas potencian el drenaje de sus zonas esclerosadas, donde las retracciones de la dermis dan paso a la característica piel de naranja y a las alteraciones del retorno venoso.
Efecto quema-grasa
El objetivo de esta zumodieta tan tropical es reducir el cúmulo de grasa. Tras la acción movilizadora de la piña y la papaya, el rico tamarindo incorpora en su composición ácidos que tienen poder para quemar el exceso de grasa. Todo ello gracias a su estelar intervención en el ciclo del ácido cítrico que tiene lugar en el interior de la célula.
Una dieta a base de zumos implica un ahorro energético. De esta forma, el organismo puede utilizar la energía en otras funciones más saludables, como reparar, desintoxicar, normalizar y revitalizar los tejidos. Además, durante su seguimiento disminuye el apetito de forma progresiva y el cuerpo busca la energía (glucosa) en los depósitos de triglicéridos almacenados en los adipocitos.
Bajar entre 2 y 5 kilos
Esta zumodieta de entre 3 y 7 días de duración posibilita una pérdida de entre 2 y 5 kilos, dependiendo del peso inicial. Supone la ingestión exclusiva de zumos de piña, papaya y tamarindo, aunque no deberán rebasarse los dos kilos diarios de fruta. Su espartano menú se acompaña con agua, así como con infusiones relajantes de naranjo amargo, manzanilla o melisa para antes de dormir.
Sus mejores destinatarios son aquellas personas que gozan de una salud de hierro, ya que puede generar estados carenciales. Por otro lado, se recomienda abstenerse de sus antigrasos favores a embarazadas, diabéticos insulinodependientes e individuos sometidos a un tratamiento médico continuado.
Cómo Mezclar los Zumos
La excepción al ‘todo vale’ son los zumos de verduras. Estos zumos ‘verdes’ se deben mezclar con los más suaves y gustosos, como el de zanahoria o manzana -de lo contrario es probable que se sufra algún malestar gástrico-. Salvo esta excepción, los zumos de frutas y hortalizas no se mezclan.
Consejos en torno a la Zumodieta
La zumodieta de piña, papaya y tamarindo aporta vitaminas, minerales, aminoácidos e hidratos de carbono. También fibra, grasa y proteínas en dosis ínfimas. Resulta muy eficaz para adelgazar, pero su problema es la falta de proteínas, por lo que se recomienda no prolongarla más allá de lo recomendado (entre 3 y 7 días).
Su drástica estrategia obliga al organismo a buscar la energía en los tejidos grasos, que además de acumular depósitos tóxicos son depositarios de una reserva hormonal. Por esa razón se recomienda mantener los tejidos en un buen estado de hidratación mediante la ingestión diaria de unos dos litros de agua, a ser posible mineral. La deshidratación puede acarrear cansancio y cefaleas. También se aconseja ingerir suplementos ricos en vitaminas B y C.
Fuente: www.alimentacion-sana.com.ar
Advertencia a mujeres: comer menos o pesar más
Las mujeres que no tratan de comer menos tienen más del doble el riesgo de sufrir un aumento de peso sustancial en la madurez, según muestra un estudio de tres años. Si eres una mujer que ronda los 40, no importa si eres delgada o con sobrepeso hay muchas probabilidades son de que aumentes de peso con el tiempo si no haces un esfuerzo para controlar lo que comes. El hallazgo proviene de un estudio de 192 mujeres con una media de edad de 40 años por investigadores de la Universidad Young de Brigham Larry A. Tucker y Laura Bates.
Tres años más tarde, las mujeres se sometieron a otra ronda de exámenes físicos y análisis de ingesta de alimentos. El punto de partida no fue una sorpresa: las mujeres tienden a ganar peso y grasa corporal a medida que envejecen y se vuelven menos activas físicamente.
Pero no todas las mujeres ganaron peso. Incluso sin hacer más ejercicio, las mujeres que hicieron un esfuerzo por comer menos y controlar la alimentación tenían un 69% menos de probabilidades de ganar más de 1 kilo y tenían 2,4 veces menos de probabilidades de ganar 3 kilos o más. Nunca es demasiado pronto o demasiado tarde, para controlar lo que comes.
Las mujeres que aumentaron su “comer emocional“, es decir, comer como una forma de hacer frente a sentirse deprimida, sola, aburrida, ansiosa, preocupada o por otros estados emocionales, eran también más propensas a ganar peso que las mujeres que no aumentaban este tipo de conducta alimentaria. “Para evitar el aumento de peso, estas mujeres tienen que aprender a controlar el consumo de alimentos durante las situaciones emocionalmente difíciles”. Algunos estudios anteriores sugirieron que las mujeres que tratan de comer menos en realidad terminan ganando peso debido a que sus sentimientos de privación conducen a ciclos en que comen compulsivamente pero no encontraron ninguna prueba de ello, a pesar de que reconocen que ingesta generalmente se produce en las personas que tratan de comer menos.
La regulación de la ingesta de alimentos mediante una dieta estricta puede llevar a comer compulsivamente de vez en cuando, pero a largo plazo, se consumen menos calorías y el riesgo de aumento de peso es mucho menor en mujeres que tratan de controlar la ingesta de alimentos. De hecho, las mujeres tienen que aumentar el tiempo en el que realizan este control de la alimentación para evitar aumentar de peso y grasa corporal.
El estudio aparece en el mes de enero / febrero de la American Journal of Health Promotion.
Ponerse a dieta: las excusas más frecuentes para retrasar el momento
"Mañana empiezo en serio a hacer dieta". Esta frase tan manida es uno de tantos pretextos que muchas personas interiorizan, hasta el punto de "saltarse" las recomendaciones acordes con sus metas y objetivos para perder peso. Y es que dar el paso hacia un cambio de hábitos no siempre resulta factible. En muchos casos, la capacidad para superar obstáculos al adelgazar está en la propia fuerza de voluntad individual. En otros, una ayuda fundamental es la compañía de la familia y de un profesional que dirija el itinerario. La mayoría de los pacientes coincide en que afrontar los cambios pertinentes para perder peso no es una tarea fácil, hay una serie de dificultades comunes. Sin embargo, en unos casos, son excusas reiteradas que es preciso conocer para afrontar con éxito los objetivos propuestos y su consecución a largo plazo.
Autor: Por JUAN REVENGA / MAITE ZUDAIRE
¿Excusas o verdaderas dificultades?
Conocer las razones esgrimidas por la mayoría de los ciudadanos para abandonar un tratamiento de pérdida de peso puede ser útil para saber dónde hay que hacer especial hincapié y reconducir la terapia. Llegado el caso, incluso, siempre se podrá contar con ayuda especializada. En una entrevista concedida a EROSKI CONSUMER, el psicólogo Ricardo Ros ponía de manifiesto que la mera fuerza de voluntad no siempre es suficiente para lograr los objetivos relacionados con la pérdida de peso.
La evidencia obliga a admitir las excusas estereotipadas que vencen a menudo el compromiso inicial para adelgazar. Es fácil reconocer la frase "mañana empiezo", por la cual la persona retrasa el momento de iniciar el cambio hacia unos nuevos hábitos dietéticos o, en el peor de los casos, nunca llega a comenzar tal propósito. En estas circunstancias, frente al pensamiento dual de afrontar una determinada acción en breve plazo o retrasarla en el tiempo, lo habitual es optar por la segunda opción. Comentarios como "durante el verano dejo la dieta y luego la retomo" son también subterfugios que revelan un planteamiento equivocado y que no ayudan a la auténtica reconducción de un estilo de vida erróneo.
La realidad confirma que, a menudo, nunca se afronta el cambio de forma efectiva. En parte, esto ocurre porque el verdadero patrón de alimentación saludable engloba las fiestas, los cumpleaños y demás celebraciones y, para muchas personas, celebración y excesos alimentarios están asociados. Por tanto, pensar de otra forma genera desazón y frustración, a la vez que favorece que la persona se aleje de la verdadera solución o de la promesa inicial. Está demostrado el estrecho vínculo entre la comida y las emociones y seguir dietas demasiado estrictas, sin concesiones esporádicas con mesura y sentido común, como ingerir un trozo pequeño de pastel de cumpleaños o un canapé en una fiesta, genera tal ansiedad, que lleva a la persona a comer más para calmarla.
Medio segundo nos basta para elegir
¿Café o te? ¿Carne o pescado? ¿Patatas o ensalada? Según revela un estudio realizado por investigadores del Instituto de Tecnología de California en Pasadena (Estados Unidos), a la hora de escoger entre dos opciones nos basta con medio segundo.
Según sugieren los resultados de la investigación, publicada en la edición digital de la revista Nature Neuroscience, al elegir entre dos posibilidades atractivas, las personas a menudo examinan las opciones pasando de una a otra de forma repetida, probablemente como una vía para comparar las dos alternativas. Y normalmente escogen aquella en la que fijan la vista durante más tiempo.
Los investigadores, dirigidos por Antonio Rangel, pidieron a voluntarios hambrientos que escogieran entre pares de aperitivos apetecibles que ellos mismos habían afirmado con anterioridad que les gustaban por igual. Se permitió a los participantes examinar ambos ítems hasta que seleccionaban el que preferían. Mientras elegían, los científicos monitorizaron la atención visual de los individuos. De este modo, Rangel y sus colegas descubrieron que los participantes elegían la opción que examinaban durante medio segundo más en aproximadamente el 70 por ciento de las ocasiones.
Según sugieren los resultados de la investigación, publicada en la edición digital de la revista Nature Neuroscience, al elegir entre dos posibilidades atractivas, las personas a menudo examinan las opciones pasando de una a otra de forma repetida, probablemente como una vía para comparar las dos alternativas. Y normalmente escogen aquella en la que fijan la vista durante más tiempo.
Los investigadores, dirigidos por Antonio Rangel, pidieron a voluntarios hambrientos que escogieran entre pares de aperitivos apetecibles que ellos mismos habían afirmado con anterioridad que les gustaban por igual. Se permitió a los participantes examinar ambos ítems hasta que seleccionaban el que preferían. Mientras elegían, los científicos monitorizaron la atención visual de los individuos. De este modo, Rangel y sus colegas descubrieron que los participantes elegían la opción que examinaban durante medio segundo más en aproximadamente el 70 por ciento de las ocasiones.
¿Pueden las frutas y vegetales ayudar a prevenir el cancer de pulmon?
Comer una amplia variedad de frutas y verduras puede ayudar a proteger a algunos fumadores por cáncer de pulmón, un estudio europeo reciente.
Pero, los investigadores destacaron que dejar de fumar hacer mucho más para reducir el riesgo de “una manzana al día”, o con una ensalada para el almuerzo.
En el estudio, los participantes que comieron una dieta que contenía una mezcla diversa de frutas y vegetales parece tener un 27 por ciento redujo el riesgo de un tipo común de cáncer de pulmón, informaron los investigadores.
“En primer lugar, la mejor manera de reducir el riesgo de padecer cáncer de pulmón es dejar de fumar. Esto es de suma importancia”, dijo el investigador principal el Dr. H. Bueno Bas-de-Mesquita, director del proyecto de la epidemiología del cáncer en el Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente en los Países Bajos. “Sin embargo, nos damos cuenta que todavía hay millones en todo el mundo que no pueden y no quieren dejar de fumar. Para simplemente ignorarlos sería algo así como una pena. Este estudio muestra que existe una posibilidad de reducir el riesgo de una, incluso si uno es un fumador . ”
Tenga en cuenta que “gran variedad” significaba algo más que un plátano con desayuno y una ración de guisantes y zanahorias con la cena. Piense bayas col y la espinaca, y los melones, repollo, coliflor y berenjenas – a unos 40 diferentes frutas y vegetales en todas.
Los investigadores analizaron datos sobre más de 450.000 adultos de 10 países europeos. Los participantes llenaron cuestionarios sobre los hábitos alimenticios y estilo de vida, incluida la ocupación, historia médica, el tabaco y el consumo de alcohol y actividad física.
A lo largo de nueve años, 1.613 de las personas fueron diagnosticadas con cáncer de pulmón.
el consumo de vegetales se dividió en ocho categorías: verduras de hoja, las hortalizas de fruto, hortalizas de raíz, coles, setas, verduras y granos vaina, la cebolla y el ajo y las verduras tallo. Las verduras no incluía legumbres, patatas y otros tubérculos.
El seguimiento incluyó 14 frutas frescas, secas y enlatadas, pero excluidos los frutos secos, semillas y aceitunas.
Los participantes se dividieron en cuatro grupos, o cuartiles, basado en la diversidad de su dieta. Los que están en el cuartil más alto comieron entre el 23 y 40 tipos diferentes de frutas y hortalizas durante el previo de dos semanas. Los que están en el cuartil más bajo comieron menos de 10 tipos diferentes de frutas y verduras.
Los fumadores que consumieron la mayor variedad de frutas y verduras eran 27 por ciento menos probabilidades de contraer cáncer de pulmón de células escamosas, que representa aproximadamente el 25 por ciento a 30 por ciento de todos los cánceres de pulmón, que los fumadores que consumieron la menor cantidad de variedades.
“Es importante darse cuenta de la reducción del riesgo se puede lograr al consumir una mayor variedad de frutas y hortalizas serán menores en relación con dejar de fumar”, enfatizó Bueno-de-Mesquita.
El estudio se publica en la edición de septiembre de Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention. Cabe señalar que el estudio se basó en “informes de sí mismo” – en la que los participantes describieron los investigadores de su consumo de frutas y hortalizas. Estos estudios, aunque valioso, no se consideran el “patrón oro” de la investigación – un estudio doble ciego, controlado con placebo.
Pero lo que es acerca de las frutas y hortalizas que pueden protegerse de los cambios en las células que causan tumores para crecer?
Probablemente no es un “mágico” compuesto en las frutas y verduras, Bueno-de-Mesquita, dijo, sino que muchos de los compuestos que interactúan entre sí y el cuerpo de maneras que todavía no se entienden.
Puede ser peligroso poner demasiada acción en cualquier sustancia, añadió. Un estudio realizado en Finlandia encontró los fumadores que tomaron el antioxidante beta-caroteno y suplementos de vitamina E en realidad tenían un mayor riesgo de cáncer de pulmón.
Las investigaciones anteriores han vinculado también frutas y verduras con menor riesgo de cáncer. Un Mundo de 2007 del Fondo de Investigación del Cáncer / Instituto Americano de Investigación para el Cáncer informe concluye que los frutos probablemente protegen contra el cáncer de pulmón, pero no había pruebas de que las verduras lo hicieron.
Pero otras investigaciones han sugerido comer una variedad de verduras puede reducir el riesgo de otros tipos de cánceres, incluyendo cáncer colorrectal, gástrico, de mama, cáncer de cáncer bucal y faríngeo y de células escamosas del esófago.
Marjorie McCullough, director estratégico de la epidemiología nutricional en la Sociedad Americana del Cáncer, dijo que las frutas y verduras puede ayudar a proteger contra el cáncer de pulmón, pero cada fumador debería estar trabajando en dejar de fumar.
“Dejar de fumar es, de lejos la manera más importante para reducir el riesgo de cáncer de pulmón, pero comer una variedad de frutas y verduras puede ayudar a disminuir aún más el riesgo de varios tipos de cáncer”, dijo McCullough.
comer muchas frutas y verduras también puede ayudar a prevenir la obesidad, que es un factor de riesgo para ciertos tipos de cáncer, agregó.
Pero, los investigadores destacaron que dejar de fumar hacer mucho más para reducir el riesgo de “una manzana al día”, o con una ensalada para el almuerzo.
En el estudio, los participantes que comieron una dieta que contenía una mezcla diversa de frutas y vegetales parece tener un 27 por ciento redujo el riesgo de un tipo común de cáncer de pulmón, informaron los investigadores.
“En primer lugar, la mejor manera de reducir el riesgo de padecer cáncer de pulmón es dejar de fumar. Esto es de suma importancia”, dijo el investigador principal el Dr. H. Bueno Bas-de-Mesquita, director del proyecto de la epidemiología del cáncer en el Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente en los Países Bajos. “Sin embargo, nos damos cuenta que todavía hay millones en todo el mundo que no pueden y no quieren dejar de fumar. Para simplemente ignorarlos sería algo así como una pena. Este estudio muestra que existe una posibilidad de reducir el riesgo de una, incluso si uno es un fumador . ”
Tenga en cuenta que “gran variedad” significaba algo más que un plátano con desayuno y una ración de guisantes y zanahorias con la cena. Piense bayas col y la espinaca, y los melones, repollo, coliflor y berenjenas – a unos 40 diferentes frutas y vegetales en todas.
Los investigadores analizaron datos sobre más de 450.000 adultos de 10 países europeos. Los participantes llenaron cuestionarios sobre los hábitos alimenticios y estilo de vida, incluida la ocupación, historia médica, el tabaco y el consumo de alcohol y actividad física.
A lo largo de nueve años, 1.613 de las personas fueron diagnosticadas con cáncer de pulmón.
el consumo de vegetales se dividió en ocho categorías: verduras de hoja, las hortalizas de fruto, hortalizas de raíz, coles, setas, verduras y granos vaina, la cebolla y el ajo y las verduras tallo. Las verduras no incluía legumbres, patatas y otros tubérculos.
El seguimiento incluyó 14 frutas frescas, secas y enlatadas, pero excluidos los frutos secos, semillas y aceitunas.
Los participantes se dividieron en cuatro grupos, o cuartiles, basado en la diversidad de su dieta. Los que están en el cuartil más alto comieron entre el 23 y 40 tipos diferentes de frutas y hortalizas durante el previo de dos semanas. Los que están en el cuartil más bajo comieron menos de 10 tipos diferentes de frutas y verduras.
Los fumadores que consumieron la mayor variedad de frutas y verduras eran 27 por ciento menos probabilidades de contraer cáncer de pulmón de células escamosas, que representa aproximadamente el 25 por ciento a 30 por ciento de todos los cánceres de pulmón, que los fumadores que consumieron la menor cantidad de variedades.
“Es importante darse cuenta de la reducción del riesgo se puede lograr al consumir una mayor variedad de frutas y hortalizas serán menores en relación con dejar de fumar”, enfatizó Bueno-de-Mesquita.
El estudio se publica en la edición de septiembre de Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention. Cabe señalar que el estudio se basó en “informes de sí mismo” – en la que los participantes describieron los investigadores de su consumo de frutas y hortalizas. Estos estudios, aunque valioso, no se consideran el “patrón oro” de la investigación – un estudio doble ciego, controlado con placebo.
Pero lo que es acerca de las frutas y hortalizas que pueden protegerse de los cambios en las células que causan tumores para crecer?
Probablemente no es un “mágico” compuesto en las frutas y verduras, Bueno-de-Mesquita, dijo, sino que muchos de los compuestos que interactúan entre sí y el cuerpo de maneras que todavía no se entienden.
Puede ser peligroso poner demasiada acción en cualquier sustancia, añadió. Un estudio realizado en Finlandia encontró los fumadores que tomaron el antioxidante beta-caroteno y suplementos de vitamina E en realidad tenían un mayor riesgo de cáncer de pulmón.
Las investigaciones anteriores han vinculado también frutas y verduras con menor riesgo de cáncer. Un Mundo de 2007 del Fondo de Investigación del Cáncer / Instituto Americano de Investigación para el Cáncer informe concluye que los frutos probablemente protegen contra el cáncer de pulmón, pero no había pruebas de que las verduras lo hicieron.
Pero otras investigaciones han sugerido comer una variedad de verduras puede reducir el riesgo de otros tipos de cánceres, incluyendo cáncer colorrectal, gástrico, de mama, cáncer de cáncer bucal y faríngeo y de células escamosas del esófago.
Marjorie McCullough, director estratégico de la epidemiología nutricional en la Sociedad Americana del Cáncer, dijo que las frutas y verduras puede ayudar a proteger contra el cáncer de pulmón, pero cada fumador debería estar trabajando en dejar de fumar.
“Dejar de fumar es, de lejos la manera más importante para reducir el riesgo de cáncer de pulmón, pero comer una variedad de frutas y verduras puede ayudar a disminuir aún más el riesgo de varios tipos de cáncer”, dijo McCullough.
comer muchas frutas y verduras también puede ayudar a prevenir la obesidad, que es un factor de riesgo para ciertos tipos de cáncer, agregó.
¿Es malo comer melón por la noche?
El refrán "el melón por la mañana, oro; por la tarde, plata, y por la noche, mata" refleja el hecho de que esta sabrosa cucurbitácea fermenta muy rápidamente en el estómago, lo que, según algunos expertos en nutrición, puede ocasionar problemas digestivos si se toma poco antes de dormir. No obstante, otros afirman que no es malo comerlo por la noche y recomiendan su consumo a cualquier hora, al igual que el resto de las frutas. Cultivado por los egipcios en 2400 A.C., el melón, Cucumis melo, llegó a Europa a través de África y Asia, y en España se hizo popular en el siglo XV. Es una fuente de salud por su contenido en vitaminas, fibra y minerales.
DECÁLOGO DE LA HIDRATACIÓN SALUDABLE
La mejor forma de cubrir las necesidades de líquidos pasa por ingerir agua, pero también es posible conseguirlo a través del agua que contienen los alimentos, otras bebidas como caldos, infusiones suaves o zumos, y con la mayoría de frutas y verduras, en las que el agua puede representar entre el 90% y el 98% del peso total.
Durante el día, el agua que pueden aportar los alimentos oscila entre 700 y 1.000 ml/día, por lo que no resulta suficiente como para satisfacer las necesidades fisiológicas. Una vez en el tracto digestivo, los nutrientes que componen los alimentos (hidratos de carbono, proteínas y grasas) se metabolizan (se aprovechan) y en este proceso también se genera agua, unos 200-300 ml. Con ambas cifras, se consigue un aporte de unos 1.100 ml, por lo que se deben ingerir como mínimo otros 1.000 ml de líquido extra para compensar las pérdidas.
1. Ingerir líquidos en cada comida y entre las mismas.
2. Elegir el agua sobre el resto de bebidas y, a ser posible, agua con un adecuado contenido en sales minerales.
3. Aumentar el consumo de frutas, verduras y ensaladas.
4. No esperar a tener sensación de sed para beber. Disponer de agua u otro líquido a mano.
5. Mantener las bebidas a temperatura moderada, ya que si están muy frías o muy calientes, en general, se bebe menos.
6. Niños y ancianos tienen un mayor riesgo de deshidratación.
7. Elegir las bebidas de acuerdo al nivel de actividad física, necesidades de salud y estilo de vida.
8. Aumentar la ingesta de líquidos en ambientes calurosos y antes, durante y después del ejercicio.
9. Consumir agua y bebidas bajas en calorías si se quiere controlar la ingesta calórica o el peso.
10. Diez raciones de líquidos al día es una buena referencia para una correcta hidratación. (1 ración = 200 a 250 ml).
Durante el día, el agua que pueden aportar los alimentos oscila entre 700 y 1.000 ml/día, por lo que no resulta suficiente como para satisfacer las necesidades fisiológicas. Una vez en el tracto digestivo, los nutrientes que componen los alimentos (hidratos de carbono, proteínas y grasas) se metabolizan (se aprovechan) y en este proceso también se genera agua, unos 200-300 ml. Con ambas cifras, se consigue un aporte de unos 1.100 ml, por lo que se deben ingerir como mínimo otros 1.000 ml de líquido extra para compensar las pérdidas.
1. Ingerir líquidos en cada comida y entre las mismas.
2. Elegir el agua sobre el resto de bebidas y, a ser posible, agua con un adecuado contenido en sales minerales.
3. Aumentar el consumo de frutas, verduras y ensaladas.
4. No esperar a tener sensación de sed para beber. Disponer de agua u otro líquido a mano.
5. Mantener las bebidas a temperatura moderada, ya que si están muy frías o muy calientes, en general, se bebe menos.
6. Niños y ancianos tienen un mayor riesgo de deshidratación.
7. Elegir las bebidas de acuerdo al nivel de actividad física, necesidades de salud y estilo de vida.
8. Aumentar la ingesta de líquidos en ambientes calurosos y antes, durante y después del ejercicio.
9. Consumir agua y bebidas bajas en calorías si se quiere controlar la ingesta calórica o el peso.
10. Diez raciones de líquidos al día es una buena referencia para una correcta hidratación. (1 ración = 200 a 250 ml).
Receta de la Semana
ZUMO DE NARANJA CON FRUTOS ROJOS
INGREDIENTES:
1 kg. de Naranjas
200 gr. de Frutos Rojos
(Moras, Frambuesas)
Hojas Hierbabuena
PREPARACIÓN:
- Exprimir las naranjas y triturar los frutos rojos (reservar algunos para emplatar)
- Montar el plato decorando con las moras que hemos reservado y las hojas de hierbabuena.
El Plátano
Un profesor de CCNY para una clase de psicología fisiológica para hablarles acerca del plátano. Dijo que la expresión "enloquece" es de los efectos de los plátanos en el cerebro:
Nunca, pongaís los plátanos en la nevera!!
Esto es interesante.
Después de leer esto, nunca miraréis un plátano de la misma manera.
Los plátanos contienen tres azúcares naturales - sacarosa, fructosa y glucosa combinada con fibra. Un plátano aporta un aumento sustancial y sostenido de energía.
Las investigaciones han comprobado que apenas dos plátanos proveen suficiente energía para un trabajo extenuante de 90 minutos. No es de extrañar que el plátano sea la fruta número uno entre los atletas más importantes del mundo.
Pero la energía no es la única manera que un plátano puede ayudarnos a mantenernos en forma. También puede ayudar a superar o prevenir un número sustancial de enfermedades y condiciones, por lo que es un fruto muy recomendable en nuestra dieta diaria.
Depresión: Según una encuesta llevada a cabo por MIND entre personas que sufren depresión, muchos se sentían mucho mejor después de comer un plátano. Esto es porque los plátanos contienen triptófano, un tipo de proteína que el cuerpo convierte en serotonina, conocida por hacer que nos relajemos, mejoremos nuestro humor y generalmente hacernos sentir más felices.
Olvidaros de las pastillas - comer un plátano. La vitamina B6 que contiene regula los niveles de glucosa en sangre, que pueden afectar su estado de ánimo.
Anemia: El alto contenido de hierro de los plátanos estimula la producción de hemoglobina en la sangre y ayuda en casos de anemia.
Presión arterial: Esta fruta tropical única es extremadamente alta en potasio y no contiene sal, por lo que es ideal para combatir la presión arterial. Tanto es así, que la Federación de Alimentación y Fármacos de EE.UU. acaba de permitir que la industria platanera haga los reclamos correspondientes sobre su capacidad para reducir el riesgo de presión arterial y derrame cerebral.
Poder cerebral: 200 estudiantes en una de Twickenham (Middlesex) escuela (Inglaterra) fueron ayudados durante sus exámenes este año comiendo plátano en su desayuno, descanso, y almuerzo en un intento por aumentar su capacidad cerebral. La investigación ha demostrado que la fruta potasio-condensada puede ayudar al aprendizaje, dándoles mayor capacidad de concentración.
Estreñimiento: Alto contenido en fibra, incluyendo el plátano en la dieta puede ayudar a restaurar la acción normal del intestino, ayudando a superar el problema sin recurrir a laxantes.
Resacas: Una de las maneras más rápidas de curar una resaca es hacer un batido de plátano, endulzado con miel. El plátano calma el estómago y, con la ayuda de la miel reconstituye los niveles de azúcar en la sangre, mientras que la leche calma y rehidrata tu sistema.
Acidez: Los plátanos tienen un efecto antiácido natural en el cuerpo, así que si sufres de acidez, come un plátano para obtener un alivio.
Nervios: Los plátanos tienen alto contenido de vitaminas del complejo B que ayudan a calmar el sistema nervioso.
¿Sobrepeso en el trabajo? Estudios del Instituto de Psicología de Austria encontraron que la presión en el trabajo conduce a hartarse de comida de consuelo como el chocolate y patatas fritas. Al revisar 5.000 pacientes de hospitales, los investigadores encontraron que los más obesos eran más propensos a tener empleos de alta presión. El informe concluyó que, para evitar el pánico inducido por los antojos de alimentos, necesitamos controlar nuestro nivel de azúcar en la sangre comiendo alimentos con alto contenido de carbohidratos cada dos horas para mantener niveles constantes.
Fumar y el consumo de tabaco: Los plátanos también pueden ayudar a la gente que intenta dejar de fumar. Las vitaminas B6 y B12 que contiene, así como el potasio y el magnesio encontrado en ellos, ayudan al cuerpo a recuperarse de los efectos de la abstinencia de la nicotina.
Estrés: El potasio es un mineral vital que ayuda a normalizar los latidos del corazón, envía oxígeno al cerebro y regula el equilibrio hídrico del cuerpo. Cuando estamos estresados, nuestro ritmo metabólico aumenta, reduciendo nuestros niveles de potasio. Estos pueden ser regulado con la ayuda de un bocado de plátano de alto contenido en potasio.
Enfermedades: De acuerdo a la investigación en el diario de Nueva Inglaterra de la medicina, comer plátanos como parte de una dieta regular puede cortar el riesgo de muerte por accidentes cerebrovasculares hasta en un 40%!
Ya véis, el plátano es un remedio natural para muchos males. Comparado con una manzana, tiene cuatro veces la proteína, dos veces más carbohidratos, tres veces más fósforo, cinco veces más vitamina A y hierro, y el doble de otras vitaminas y minerales. También es rico en potasio y es uno de los alimentos más completos. Así que tal vez es hora de cambiar esa frase bien conocida para que podamos decir: "One banana a day keeps de doctor away!"
La dieta mediterránea, patrimonio de la Humanidad
En noviembre de 2010 la dieta mediterránea puede convertirse en la primera expresión gastronómica que forme parte de la Lista de Patrimonio Inmaterial de la UNESCO. España, Grecia, Italia y Marruecos presentaron una candidatura transnacional conjunta para que la dieta mediterránea se inscriba en la Lista. El Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial tomará la decisión sobre la inscripción dentro de dos meses.
Autor: Por MAITE ZUDAIRE
Fecha de publicación: 7 de septiembre de 2010
En la cuenca del Mediterráneo, los alimentos son algo más que un vehículo de nutrientes. Con los más representativos -trigo, vid y olivo-, los países bañados por este mar han desarrollado un extenso recetario de ingredientes comunes, aunque identificados con nombres, texturas y sabores muy diferentes y particulares. En España, el bocadillo de pan forma parte esencial de los tentempiés, pero en algunas zonas el kebap es el equivalente y, en otras, las tortas de pan de pita. Son alimentos con formas diversas, pero elaborados con una misma materia prima, el trigo.
Una misma dieta, diferentes mundos
La dieta mediterránea toma el nombre del Mare Nostrum, cuna de las civilizaciones occidentales. Durante siglos, pueblos, culturas, países y regiones han recibido y han cedido su sabiduría. Más de 130 millones de personas viven en la actualidad en sus costas. Comparten paisajes, cultivos y técnicas agrícolas, les es común la idea del mercado de abastos, de espacios y gestos culinarios, tienen iguales razones de celebraciones, leyendas y devociones.
La dieta mediterránea no es sólo un patrón alimentario, también es una filosofía de vida basada en costumbres milenarias de los habitantes de la cuenca de un mar casi cerrado. Engloba un estilo de vida activo, una determinada manera de entender las relaciones sociales, las prácticas y costumbres relacionadas con el clima. Sus pueblos, además de sus aguas, comparten alimentos, recetas, sabores y gustos. Todo ello a pesar de que, en ocasiones, aquí se llame sopa, allí lo bauticen como sémola y acullá, como cuscús.
El trigo y la viña
Los alimentos son, en el Mediterráneo, algo más que portadores de meros nutrientes. El trigo, la viña y el olivo simbolizan este lado del mundo. El primero es la harina del cereal mediterráneo por excelencia y la base de múltiples recetas. Desde las galletas a las salsas, como la bechamel presente en las croquetas, las masas para pizzas y la pasta, base de cientos de platos. El trigo es también el ingrediente base del cuscús, la sémola de trigo duro mezclada y trabajada con harina y tamizada varias veces hasta obtener los granos de un tamaño característico.
Pero sobre todo lo es del pan, el alimento base insustituible de las civilizaciones mediterráneas. No importa si éste es payés, blanco o integral, elaborado al estilo del pan casero o precocinado. Por costumbre, el pan es imprescindible en la dieta de gran parte de la población. También al trigo se le debe la repostería, tan importante para las celebraciones y fiestas. Las tartas, los crepes, los bizcochos e, incluso, los churros, precisan de la harina de este cereal.
De la viña, paisaje mediterráneo por excelencia, se obtiene el vino y con sus hojas de parra se elaboran recetas típicas del mediterráneo oriental. Pero son las uvas las grandes protagonistas de la mesa. Como fruta o como ingrediente de pasteles, para aliñar ensaladas o aportar un toque especial al pescado o a la caza.
Y el olivo
En las tierras mediterráneas hay olivos milenarios. Son árboles robustos, de una belleza yerma y con un fruto de apariencia humilde, que se revela como oro líquido. El aceite confiere el sabor de los guisos, de las carnes, de los dulces, de los panes, de la dieta en definitiva. Sus propiedades saludables las certifica la ciencia y su importancia gastronómica, los cientos de recetas que precisan de unas gotas del fruto de la aceituna para hacerse posibles. Son muchas las variedades, pero el aceite siempre es el elemento seguro para freír y conseguir buenos sabores.
El aceite es imprescindible en ensaladas y es el ingrediente por excelencia del recetario popular y del más sofisticado. El olivo puede tomar también la sencilla forma de aceituna. Se sirven en el aperitivo, al estilo griego o en canapé francés. Siempre apetitosas.
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